Introducción
La Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrada en Medellín, Colombia,
en 1968, significa un importante hito en la historia de la Iglesia de América Latina y el Caribe, por sus aportes,
por el momento histórico en el que se realizó y por todas las incidencias que ha tenido en la reflexión teológica
de América Latina y el Caribe. El documento de Medellín ha sido considerado como la ‘carta de identidad’ de una Iglesia
que progresivamente adquirió un rostro y perfil teológico pastoral propio, en el marco de la Iglesia mundial.
Al cumplirse los 50 años de este gran acontecimiento, desde distintos colectivos del continente han surgido
iniciativas para reflexionar teológicamente sobre el recorrido que ha hecho la Teología Latinoamericana desde Medellín hasta el presente,
de modo que se pueda comprender la situación de nuestra Iglesia en las complejas encrucijadas que atraviesa América Latina, y de cara al
proceso evangelizador, de modo particular, para resignificar lo que ha sido de la Teología de la Liberación a lo largo de todos estos años
de teología e historia eclesial.
La recepción del Vaticano II realizada en Medellín se irradió por nuestro continente y globalmente.
“Tras el Concilio Vaticano II, la Iglesia de América Latina se comprometió, en la segunda conferencia del episcopado Latinoamericano [...] a
llevar a cabo los compromisos conciliares en estrecho contacto con la situación real y concreta de cada país [...]. Medellín y sus documentos
inspiraron y provocaron diversas corrientes y tendencias en la teología de la liberación” (Comisión teológica Internacional), que ahora debemos reconocer y valorar.
También el papa Francisco, en su visita apostólica a Colombia (del 6 al 10 de septiembre de 2017), no dejó de hacer mención al documento de Medellín
“que nació en estas tierras”, cuando se refirió al método ver, juzgar y actuar, como camino para la formación de los discípulos misioneros “que saben ver,
sin miopías heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí la juzgan. Y que arriesgan, actúan, se comprometen”. De igual forma,
Bergoglio se refirió a la importancia de retomar el ‘patrimonio’ de Medellín: “resulta mucho más cómodo transformarlas en recuerdos de los cuales se celebran
los aniversarios: ¡50 años de Medellín, 20 de Ecclesia in America, 10 de Aparecida! En cambio, es otra cosa: custodiar y hacer fluir la riqueza de tal patrimonio”.
Inversión
Antes del 30 de junio, la inscripción tendrá un valor de USD 80 dólares.
Después del 1ro de julio, la inscripción tendrá un valor de USD 100 dólares.
Para estudiantes de teología, la inscripción tendrá un valor de USD 70 dólares.